Como Dios manda

No hay un día en que antes de subir a la ruta y al llegar a destino, no nos acordemos de él.
Sentimos que viaja con nosotros, por que vamos con alegría y por que estamos seguras que él sabe de por que cada día asumimos el compromiso de llegar a un destino donde nos esperan como florecitas de un jardín, para colgarse, prenderse, regalarnos sus sonrisas, contarnos sus penas, regalarnos sus miradas de amor y afecto en donde él se resguarda para volvernos a ver y casi con complicidad decirnos "para esto viniste".-
Sos grande en tu amor hacia nosotros es preciso que te agradezca por cada día, por cada abrazo, por cada sonrisa, por cada mirada sincera, por cada día de ruta cumplido.-
Gracias Señor !!!!